Artista en foco: Rodrigo Garagarza

Rodrigo Garagarza es escultor. En sus esculturas, se suman 12 años de experiencia en arquitectura, museografía e iluminación; a través de la cuales
busca compartir lo que percibe del mundo que lo rodea.
Rodrigo modifica aquello que le llama la atención, para crear algo nuevo y devolver al mundo una pieza bajo su cosmo-visión.
“La arquitectura y la escultura tienen muchos paralelismos” nos dice. Aunque la arquitectura tenga un fin funcional (ser habitada), comparte con la escultura el uso de materiales, formas, cimientos. “Ambas parten del dibujo, se crean en maquetas que dan vida a estructuras”.
La luz es un elemento clave en la producción de Rodrigo. Juega con ella para provocar sombras en las maquetas y así poder ver como es que la pieza trabajará en un espacio. “Todo parte de la luz, es lo que da vida a la escultura”.

El material y el lugar que ocupará una pieza son los elementos básicos para la creación de Garagarza. Una pieza no será la misma todo el tiempo, día a día cambia a medida que pasa el tiempo, es a lo que en japonés se conoce como “wabi-sabi”: exaltar el paso del tiempo.
Hacer del cambio una posibilidad creativa. Al aceptar el cambio, la escultura se vuelve parte de nosotros. De igual manera, a veces la pieza requieres ser atemporal, inmóvil, congelar el tiempo.

Dedicarse a la escultura es una responsabilidad de vida para Rodrigo. “La escultura no te deja solo, te reta constantemente. Se vuelve motivo de vida.
Siempre estás mirando, observando y buscando posibilidades. Así comienza el proceso creativo: educando los ojos, visitando museos, caminando, analizando lo que está ocurriendo allá afuera. Cuando hay suerte, llegan las musas de la inspiración y brotan las ideas”.
La forma de la idea es sembrada. Sigue a la maqueta, en cartón batería dando dimensión a la pieza para dar paso al juego con la luz, utilizando espejos. Después inicia la producción: la elección del material, escala, colores.
En esta etapa del proceso se inserta digitalmente la pieza en el espacio que ocupará, para después volver con la información constructiva: plantillas, medidas, cortes. Vendrá después la soladura, la pintura y los acabados.

Finalmente, la pieza debe ser trasladada al lugar que habitará. La espera ha terminado. Una idea tomó forma.

El primer contacto de la pieza con su dueño “la mirada de los clientes de asombro, después de haber analizado planos, propuestas, colores y por fin, tener su pieza
en su espacio; es una gratificación enorme”.

Deja que el arte llegue a ti con una de las piezas de Rodrigo Garagarza o vive la experiencia de comisionar una pieza para tu hogar de la mano de Diderot Art. Solo mándanos un WA y nosotros te acompañaremos en todo el proceso.